De acuerdo con lo que se señala en la publicación, el estudio parte de una colaboración entre la Cátedra de Promoción de la Salud de la Universidad de Girona y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), con el objetivo de conocer el impacto que ha tenido la pandemia de la COVID-19 sobre los programas de Promoción de la Salud en el Trabajo en el marco de las empresas que forman parte de la Red Española de Empresas Saludables.

Se indica que los cambios que ha generado la pandemia por la COVID-19 en el mundo del trabajo y en la salud de las personas trabajadoras han supuesto para las empresas y las organizaciones tener que afrontar una serie de desafíos que, en lo concerniente a los programas de Promoción de la Salud en el Trabajo (PST) y han transformado tanto la gestión, como el contenido y la ejecución de estos.

El documento contiene:

  • Una revisión exploratoria de la evidencia científica disponible en relación con el impacto que ha tenido la COVID-19 en la gestión y ejecución de los programas de PST, y las prácticas e intervenciones adoptadas para prevenir los efectos sobre las personas trabajadoras.
  • Un análisis cuantitativo sobre el impacto de la COVID-19 en los programas de PST, mediante una encuesta dirigida a una muestra representativa de 136 empresas pertenecientes a la REES.
  • Un análisis cualitativo sobre el impacto de la COVID-19 en los programas de PST, a través de entrevistas a dos grupos focales de empresas pertenecientes a la REES.
  • Las conclusiones y recomendaciones para facilitar la adaptación de los programas de PST al nuevo entorno derivado de la pandemia de la COVID-19, y la gestión ante posibles crisis sanitarias que puedan aparecer en el futuro.
Las recomendaciones se organizaron en 6 ámbitos: Participación; Salud; responsabilidad Social; recursos; comunicación, y programas de Formación. Entre otras recomendaciones se pueden observar las siguientes:

  • Poner el foco en la dimensión holística de la salud, con proyección social y comunitaria.
  • Cambiar la mirada de la salud laboral hacia la salud de las personas.
  • Priorizar acciones de promoción de la salud mental y emocional de las personas que conforman las empresas.
  • Evitar las consecuencias negativas asociadas con el sedentarismo (cáncer, obesidad, trastornos musculoesqueléticos, diabetes, enfermedades cardiovasculares) diseñando estrategias para disminuir el tiempo que pasan sentados los empleados/as al trabajar tanto desde casa como en la empresa.
  • Reconocer las aportaciones de las personas que conforman la empresa y la importancia de éstas.
  • Fomentar mecanismos de participación virtual igual de eficaces o mejores a los establecidos antes de la pandemia.
  • Proporcionar asistencia para evaluar y gestionar los factores de riesgo para la salud y la seguridad de los entornos de teletrabajo.
  • Adaptar los programas de PST a la no presencialidad utilizando los medios técnicos y tecnológicos disponibles.
  • Elaborar el Plan de Contingencia para Emergencias de la empresa basado en una evaluación de riesgos y la incorporación de un conjunto de medidas y acciones básicas concretas de respuesta a la emergencia, que se deberán tomar para afrontar de manera adecuada y efectiva el nuevo reto, tanto a nivel de prevención de los contagios, en el caso de una nueva crisis sanitaria, como en el mantenimiento productivo de la empresa.
  • Fomentar el carácter integral de los programas de promoción de la salud en el entorno laboral, incluyendo acciones que abarquen diferentes factores que influyen en el bienestar de las personas de la empresa como son los factores personales, ambientales, organizacionales, comunitarios e informativos.
  • Promover la implantación de Programas de Ayuda al Empleado como una herramienta de protección y promoción de la salud de los trabajadores de aplicación individual y complementaria de otras actuaciones colectivas destinadas a la creación de entornos seguros y saludables.
  • Formar a las personas trabajadoras en buenas prácticas en el teletrabajo para evitar riesgos ergonómicos y psicosociales.
  • Apoyar y priorizar acciones formativas dirigidas a promover la salud mental y emocional mejorando la rapidez y la efectividad de la respuesta a posibles futuras crisis.
  • Incluir programas de formación en resiliencia en las actividades de promoción de la salud de la empresa.
  • Poner en marcha acciones destinadas a mejorar la alfabetización en salud en relación con los determinantes de la salud, con el fin dar a las personas la información y las herramientas que necesitan para tomar decisiones más saludables.
  • Reforzar la educación sobre seguridad epidémica, estableciendo directrices contrastadas de autoprotección de los/las empleados/as y aumentar la conciencia sobre la seguridad y la prevención de riesgos.
  • Priorizar las medidas de refuerzo de la higiene, para que las personas trabajadoras dispongan de un entorno de trabajo que reduzca el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas.
Para conocer más sobre este documento, se puede descargar desde la página de internet siguiente: https://www.insst.es/documentacion/catalogo-de-publicaciones/impacto-covid-19-en-programas-de-promocion-de-la-salud-en-el-trabajo-ano-2023

“Con estas acciones la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, busca contribuir en la difusión de los temas en materia de seguridad y salud en el trabajo, en beneficio de trabajadores y patrones.”

Fuente:
Dirección General de Previsión Social.
Dirección de Normalización en Seguridad y Salud Laborales.
Subdirección de Coordinación Interinstitucional.