Los riesgos para la salud en el lugar  de trabajo, incluidos el calor, el ruido, el polvo, los productos químicos  peligrosos, las máquinas inseguras y el estrés psicosocial provocan  enfermedades ocupacionales y pueden agravar otros problemas de salud. Las  condiciones de empleo, la ocupación y la posición en la jerarquía del lugar de  trabajo también afectan a la salud. Las personas que trabajan bajo presión o en  condiciones de empleo precarias son propensas a fumar más, realizar menos  actividad física y tener una dieta poco saludable.
          Además de la atención sanitaria  general, todos los trabajadores, y particularmente los de profesiones de alto  riesgo, necesitan servicios de salud que evalúen y reduzcan la exposición a  riesgos ocupacionales, así como servicios de vigilancia médica para la  detección precoz de enfermedades y traumatismos ocupacionales y relacionados  con el trabajo.
          Las enfermedades respiratorias  crónicas, los trastornos del aparato locomotor, las pérdidas de audición  provocadas por el ruido y los problemas de la piel son las enfermedades  ocupacionales más comunes.
       Fuente:
       Organización Mundial de la Salud